20 Oct Recolecta con niños en un huerto ecológico
En la sección planes del primer número de Kiva magazine os hablaba de lo importante que es para mí realizar actividades con las niñas que, aparte de ser divertidas para ellas, puedan aportar algún tipo de aprendizaje, y más aún si se llevan a cabo al aire libre y en contacto con la naturaleza. En esta ocasión, fue otra actividad que realizamos de la mano de Rural It: la recolecta de verduras en un huerto ecológico. Después de esta experiencia os aseguro que los niños jamás volverán a preguntar de dónde salen los tomates.
Un huerto ecológico
Una mañana de sábado nos juntamos las familias de Mariu, de Celia y nosotros cuatro en una pequeña finca ecológica en el término municipal de Brunete, en Madrid, dispuestas a disfrutar de una auténtica jornada campestre.
Tras darnos la bienvenida, comenzamos la visita por la huerta donde el productor nos explicó la distribución de las diferentes plantaciones y algunas curiosidades de los cultivos. Aprendimos qué es lo que se considera cultivo ecológico (libre de productos químicos dañinos) y cuáles son los periodos de recolección de las diferentes verduras.
Aunque esta parte puede resultar algo aburrida para los pequeños, es importante conocer y entender cómo funcionan las huertas de verdad. Por suerte, cada vez son más los agricultores que acceden abrir sus puertas al público para que conozcamos su forma de trabajo y podamos comprar sus productos sin intermediarios y a un coste menor.
En la finca también hay algunos animales de granja como gallinas, cabras, caballos, cerdos y vacas que se ganaron enseguida la atención de los más pequeños. Esto es lo que yo llamo una granja escuela de verdad. Lo mejor de todo es que, después de ver a las gallinas, puedes llevarte sus huevos. Y os puedo asegurar que hacía tiempo que no probaba unos huevos tan ricos.
Recolecta en familia
Pronto llegó el momento que todos estábamos esperando, ¡la recolección de verduras! Con unos sombreros de paja para protegernos del sol de mediodía, un cesto, guantes y unas pequeñas tijeras de poda nos fuimos grandes y pequeños a recolectar pimientos y tomates cherry, que por estación era lo que tocaba. Nos explicaron la forma correcta de cortarlos sin dañar la planta y nos pusimos manos a la obra. A los más pequeños les íbamos ayudando sobre todo a la hora de utilizar las tijeras y, poco a poco, nuestras cestas se iban llenando.
Lo que para muchos puede resultar una actividad tediosa, a los niños les pareció divertidísimo. Sofía estaba entusiasmada diciendo: “¡Mami, mira cuántos pimientos he cortado!”. La recolecta de tomates cherry fue más sencilla todavía ya que iban directamente de la planta a la boca, y además los tomates estaban verdaderamente jugosos y tiernos. Deliciosos. Por fin: ¡tomates que sabían a tomates!
Almuerzo
Al acabar nos estaba esperando un merecido aperitivo con agua, limonada y algo para picar. Y es que el trabajo en el campo da muchísimo hambre.
Antes de irnos, pesamos nuestros pimientos y tomates recolectados y escogimos entre diferentes tipos de verdura para llevarnos a casa. Un plan redondo: pasas un rato muy agradable con la familia y amigos, y encima te llevas la compra a casa.
Otro de los objetivos de Rural It es precisamente eso, poner en contacto directo a los consumidores con pequeños productores ecológicos como éste y favorecer así el consumo de proximidad.
Gracias a esta experiencia conocimos que la huerta distribuye a grupos de consumo en diferentes puntos de Madrid, así como a mercados locales. Fue un día perfecto en el que aprendimos muchas cosas, entre ellas el valor que tiene el medio rural y sus productos, y los niños que los tomates y las zanahorias ¡no nacen en el súpermercado!
Marta
Publicado el 26 de octubre, 2015Acabo de descubriros ¡y me habéis encantado! ¡Enhorabuena por este proyecto tan bonito! En cuanto a Rural it son la caña, tienen planes geniales para toda la famila. Tenéis nueva seguidora 😉
¡Saludos!