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Consciencia, Número cinco

La libertad del ser

Porque queremos ir más allá de etiquetas, mitificaciones y de modelos impuestos

TEXTO
MATILDE GRACIA

FOTOGRAFÍA
CLARA B MARTÍN

¿Qué concepto tengo del “Ser humano”? ¿Desde dónde miro la vida? ¿Me vivo fragmentado entre lo que experimento y lo que creo que “debería ser”?

Escuché por primera vez la palabra “esencia”, referida al ser humano, en una conferencia de María Adela Palcos, fundadora de Río Abierto, un sistema de técnicas psico-corporales para el desarrollo, creado en Argentina hace 50 años.

“Más allá de las ideas de actuar bien o actuar mal, se extiende un campo. Allí nos encontraremos”. Rumi (1207 – 1273)

Río Abierto “es un camino para tomar contacto con la esencia, y reconocer y transformar la falsa personalidad”. La música y el movimiento, junto con otras técnicas expresivas, ayudan a eludir los límites de la mente condicionada, y es posible asomarse a la belleza del Ser y de la Vida que hay en cada uno de nosotros.

Desde su experiencia, María Adela afirma que “los seres humanos somos seres cósmicos, con una parte personal y otra, transpersonal”. Nacemos como ESENCIA, sin adjetivos, ni atributos. Somos un principio generador, presente en todo el Universo.
Como “la esencia no puede vivir así, es necesario que se recubra de un cuerpo y de una personalidad”. La gestación es el proceso de encarnación, y la infancia, el periodo de construcción de la personalidad.

La personalidad viene de afuera, de la mirada de los otros. El niño crea una imagen de sí mismo según cómo le ven sus padres y las personas más cercanas. En sus primeros años de vida no tiene conciencia crítica: se a través de los reflejos que le ofrece el entorno. Si en esa relación lo etiquetan, comparan o recibe juicios, armará la noción de sí mismo con base a ellos.

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«Nacemos como ESENCIA, sin adjetivos, ni atributos».

¿Qué diferencia hay entre la personalidad y la falsa personalidad?

La personalidad es necesaria. Sirve a la esencia, es cambiante y flexible, y actúa en conciencia en cada situación.

La falsa personalidad, en cambio, está fragmentada. Se identifica con unas determinadas cualidades y niega otras. Es condicionada y fija, actúa de modo automático, no elige.

A modo de ejemplo, si de niña me dijeron que era “buena y responsable”, y me creé esa imagen ideal de mí misma, me identificaré sólo con esas cualidades positivas y negaré las opuestas. “Soy” en la medida en que me ajusto a ese molde.

La falsa personalidad aprisiona. El control se hace cargo y defiende a toda costa la noción idealizada de lo que creo ser, respondiendo de formas predecibles y esperadas, y buscando del exterior la respuesta que nos dieron las personas significativas, para sentirnos seguros.

Cuando nos quedamos disecados en una idea sesgada de nosotros mismos nos alejamos de la plenitud, del flujo de la vida y de su propósito: actualizar nuestro potencial interno, en los componentes que identifica Antonio Blay (maestro espiritual de finales del s:XX): sabiduría-intuición, amor-afectividad y energía-vitalidad.

“Generoso-egoísta, inteligente-tonto, bueno-malo, simpático-antipático…” son opuestos, atributos que forman un círculo de 360 grados de posibilidades. Negar los que juzgamos negativo es cerrarnos a la complementariedad de los opuestos y a la necesidad de su existencia en la dinámica de la vida. No hay día sin noche, ni verano sin invierno. Todos son precisos.

Uno de los fundamentos del trabajo de Río Abierto es aceptar los opuestos que nos habitan. Así, aparece una tercera instancia más sabia y más amorosa, que da la posibilidad de reconciliarlos.

“La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal y como soy, entonces, puedo cambiar”. Carl Rogers

Cuando se observan las dinámicas de la falsa personalidad sin juicios, dejan de ser un ángulo ciego en nosotros mismos. Al poner luz en los círculos cerrados de la mecanicidad inconsciente, se abre y aparece la conciencia y la libertad de elección.

La identidad que nos libera es la que proviene de la esencia, de sabernos seres únicos, con un origen común, que venimos a servir a la vida con los dones que traemos. Esta es la identidad vivencial que buscamos en los talleres y clases de Río Abierto, la que proviene del contacto real con nuestra naturaleza verdadera, y se sustenta en lo profundamente humano que emerge en la relación con uno mismo y con los demás, en los círculos, con el potencial transformador ilimitado de la música y el movimiento.
Las idealizaciones mentales, vacías de experiencia, nos alejan de nuestra esencia y agravan la fragmentación interna causante de la insatisfacción.

Río Abierto vino a ayudarnos a cada uno de nosotros a Ser, y a construir una nueva humanidad, basada en lo que emerge cuando estamos en contacto con nuestra naturaleza profunda: la confianza, la unidad, la creatividad, la fluidez y la presencia.

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Sobre Matilde

Guía Montessori, psicomotricista y especialista en técnicas psicocorporales para el desarrollo humano que ha llevado a cabo su labor como guía Montessori de Casa de Niños en diferentes centros de México. Programa Anual de Convivencia de Comunicación No Violenta, facilitado por Amalasiri Murcia y Helen Adamson, formadoras certificadas con el Center for Nonviolent Communication. Especialista en Asesoramiento Psicológico Centrado en la persona (Carl Rogers), Instituto de Interacción.

Próximos talleres

Comunicación no Violenta. Un lenguaje de Vida.
Taller vivencial del 17 al 20 de octubre.